El SÍ y el NO ante la vida

La vida es ritmo. En la vida hay un ritmo básico, un movimiento esencial. Existe un movimiento de apertura y otro de cierre, un movimiento dice “sí” y otro dice “no”. Contacto y retirada. Cuando hablamos del Movimiento Primario Interrumpido o Movimiento de Amor Interrumpido, miramos ese ritmo esencial y trabajamos con las diferentes dinámicas que se derivan de ese moviendo básico y de sus alteraciones.

En ocasiones por circunstancias el flujo amoroso natural entre padres e hijos se puede ver afectado e interrumpido, ese dolor se reconvierte en malestar e influye en nuestra vida cotidiana y en la relación con los otros.

Ursula Franke y Thomas Bryson llevan años investigando sobre estas dinámicas y sobre cómo restablecer ese flujo amoroso para poder tener una vida más plena. En los párrafos siguientes os dejamos un retazo de entrevista que realizaron a Ursula Franke en la que nos explica un poco más sobre este asunto:

Entrevistador: ¿Nos podría contar algo acerca de su trabajo con el Movimiento Primario Interrumpido?

Ursula: Cuanto más exploro el complejo Movimiento Interrumpido, tanto más respeto cuán profundos y sutiles que pueden ser sus implicaciones.

Entrevistador: ¿Cómo es eso?

Ursula: En el movimiento entre la vida y la muerte, existe un ritmo de apertura y cierre. Es un impulso básico humano hacer el primer movimiento hacia la vida, decir “sí” a todo lo que implica. Y, sin embargo, con la apertura a la vida también viene el peligro y el impulso natural de decir “no”, y alejarse de ella.

Al estar cara a cara con el trauma y el estrés, la respuesta natural es la de limitar y canalizar el flujo de la vida. Si hay suficiente trauma en el sistema familiar, se produce una tensión estática fuerte entre el sí y el no. Si no fluye adecuadamente, hay un estancamiento subyacente del espíritu, compuesto por la resistencia y el ansia de vivir.

Un niño tiene razón al alejarse de las cosas difíciles que vienen de o a través de sus padres, con el fin de encontrar la paz de su propio ser interior. Pero, al alejarse, el niño pierde la conexión con la fuerza y la sabiduría que vienen a través de sus raíces. La falta de acceso a la riqueza del mundo interior conduce una búsqueda turbulenta de soluciones externas. Aunque pueda haber un aparente nivel alto de actividad exitosa en este síndrome, hay a menudo un igualmente alto nivel de fricción interna. La gran mayoría de personas está más o menos afectada por la cuestión del sí y del no. La búsqueda interna va al encuentro de la estabilidad suficiente como para que podamos realmente abrirnos a la vida y a la gente que nos rodea. Conozco a muy poca gente capaz de dar un paso de lleno hacia su legado y vivir de ésa manera. Al final, es más que una disciplina mantener esta apertura viva, es una forma de ser. O esa paz de espíritu se aprende a través del legado de nuestros padres o debe ser encontrada y consagrada a través de la sabiduría de otros (pag.13 Revista Latinoamericana de Constelaciones Sistémicas, 1/2011).

El fin de semana del 6, 7 y 8 de mayo tendremos la oportunidad y el placer de poder trabajar con Ursula Franke y Thomas Bryson en un taller que llevarán a cabo en Qí Salud y Desarrollo. Si os interesa saber más o enfocar algún asunto personal, es una oportunidad poder trabajar con ellos.

¡OS ANIMAMOS A INSCRIBIROS Y BENEFICIAROS DE ESTE POTENTE TRABAJO!

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